Quisiera sumergirme entre tus olas
que abrigues con ellas mi ilusión
devorando en silencio y sin demora
éstas ansías frenéticas de amor.
Permíteme degustar ese salitre
que corre por el ancho de tu tez,
que junto con el mío sea un océano
que lleve a la delicia y el placer.
Hagamos de esta noche lujuriosa
un mar de emoción y sentimientos
que todo se convierta en un derroche
de contactos, gemidos y de besos.
Que tan sólo las sombras y el silencio
sean testigos de esta marejada de pasión,
que todo cuanto toques sea mi cuerpo
y yo el tuyo con caricias atizadas
para dejar tatuada en mis entrañas
con el néctar de tu reciedumbre
estas ansías que tengo de ti.