Palabras que grabadas en el alma
cual ballestas insertadas en la piel,
llevan a ahuyentarle de su lado
por romper esa imagen que tenía
de la que hasta hoy era admirada mujer.
Señales de un erotismo recóndito,
del deseo reprimido, impávido e impasible
que exclusivamente en sueños ella supo tener.
Entre sollozos y suplica está pidiendo perdón,
debido a que se impusieron sus hormonas
subyugando enérgicamente a la razón.
Se ha quedado sin palabras, muy triste y avergonzada,
ya no es la misma mujer tiene el alma desgarrada.
Ya no hay lágrimas ni enojo, sólo se siente ignorada
por el ser al que ella ama y está dispuesta a entregarle,
su existencia si él la necesitara.
Los sueños son el lenguaje del alma
ResponderEliminarUn saludo para tus versos
Así es querido Francisco, gracias por tu gentileza y atenciones!!
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