Te espero ansiosa y
complaciente,
sedienta y famélica de ti,
bajo estás sedas que rozan
mi piel.
La flama de mi deseo
se aviva de solo pensarte
haciendo realidad esa utopía
de labios-besos-miel
sobre mi fisonomía.
Del jardín de mis labios
tomaré la más seductora
cosecha,
besos, caricias, lamidas,
succiones
que al compás de
movimientos, jadeos y
gemidos
inundarán cual torbellino
espacio y tiempo.
Mathmer 2013