Absorta ante los gemidos del mar y
los suspiros de esta noche d
e verano,
sentí fundirme en tus pensamientos
como colona de ellos.
Anclé mis sueños y decidí hurgar
allí donde tu todo es secreto;
pero ya no más, te veo rendido
ante la belleza de las cosas simples,
de esas que solo tú eres capaz de percibir,
del color y la fragancia de esas flores y detalles
que para otros pasan inadvertidas.
He descubierto al ser de sonrisa diáfana,
mirada de ángel, al compañero y amante,
que más que sexo busca un complemento,
a quien ha colgado una sonrisa en mí
llegando a empapar de amor el alma.
Mathmer 2012
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