Desperté con tu sonrisa
tempranera
alegrando este amanecer
soleado,
sentí tus labios posarse en
los míos
y tus manos en suave
recorrido
coloreando de rubor mi
silueta
al tiempo que se eriza
al simple roce de ellas;
invitándote a hurgar más
allá
hasta convertirte en el
colono
de mi cuerpo y pensamiento
sedientos de ti.
Mathmer 2012
Erizadamente.
ResponderEliminarSe erizan los poros de una piel cuando siente algo diferente, así
en la amplitud del sentimiento amado,
entonces sobreviene
un nimio temblor, haciendo que se cimbren
las vértebras de la columna
y se sometan al candor de un intenso escalofrío.
Esto es…, deseo por el amor divino.-
Querrién ©