Sombras turbulentas
moran en la estancia,
no hay sosiego
a ese pensar que vuela
a través del infinito.
Se vislumbra una estrella
candorosa, inocente,
que ilumina la vigilia,
mientras el alma
se llena de mil suspiros.
El sueño se deslíe,
llega el insomnio
como en una suave brisa,
trayendo aromas y susurros
de esos que alterar los
sentidos.
El abandono de Morfeo
se hace evidente,
y esa anhelada presencia
en la mente va hurgando,
se reviven besos y caricias,
mientras cierra los ojos
sintiendo esos brazos
que en la distancia le
abrazan.
Mathmer 2016
“Otra noche más de insomnio donde me acompañan tus recuerdos”
Anónimo
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