viernes, 4 de noviembre de 2011

CALMANDO SOLEDADES

Corazón que solloza
ante el anhelo de un beso
que se prendó de sus labios
de ese su amor sempiterno.

Ante la luz de la luna
desde el balcón de su alcoba
suspira y desea con ansías
la exquisitez de esa boca.

Soberano del amor
amante del mar bravío
eres bardo enamorado
de pasión apetecible.

No soy sirena ni estrella
soy tu amante en la distancia,
y hoy te ofrezco mi regazo
para calmar soledades. 

Quiero disipar de tu alma 
melancolías y tristezas
dándote mi pasión 
y corazón de princesa.


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