sábado, 9 de febrero de 2013

SOLEDAD



Sentada en una plaza
con los ojos abiertos y sin mirar,
llegaron hasta mi
imágenes, resonancias
sensaciones de ese ayer
que hoy tanto añoro.
Sentí los gemidos del silencio
y las horas se hicieron siglos,
me faltaba algo…
y no podía descifrar que era.
Sumergida en esa encrucijada
de someterme al quiero y no puedo,
desperté del letargo
en el preciso momento
en que un ángel
me brindo su mejor sonrisa,
extendió su mano para que me incorporará
y me preguntó casi en susurro
-          ¿Es usted feliz?
Miré a mi alrededor,
la natura me observaba
y las flores me enseñaron
la mejor forma de desmoronar la soledad.

Mathmer 2013



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