Muchos transitan por la vida
con quejas y reproches
por no tener todo cuanto anhelan,
por ese traje vistoso,
por esa fiesta a la que fue imposible asistir,
por contar con pocos amigos,
por lo opaco de su cabello
o la aspereza de su piel.
Por el contrario agradezco a la vida
esta nueva oportunidad,
el afecto de quienes me rodean aquí, allá o más allá,
a la mano que no me desampara,
a esa sonrisa que me impregna de luz,
a ese azul que me abriga y da energía.
Qué importa lo material o físico
si me reflejo en tu mirar
y puedo verme hermosa, amada, deseada,
siempre guerrera,
como ese mar que me espera
para continuar en nuestra charla matinal.
Mathmer 2014.
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