lunes, 26 de octubre de 2015

ENTRE EL MAR Y LAS FLORES



Entre el mar y las flores
he dejado colgados mis sueños de mujer,
esa fibra mágica de mi sentir,
desbordada en afectos y sonrisas
que he ido regando a mi paso.
Sencilla como la sutil brisa de la alborada,
perseverante como el agua
que busca su cauce a través del tiempo,
sincera como esa niña
que no ha aprendido a mentir,
trasparente cual manantial
que ahuyenta y mitiga la sed.
Soñando con ese amor
que habita en los cuentos color rosa,
prendida a la infinitud del horizonte
tratando siempre de alcanzarlo,
de hacerlo mío, ¡Que hermosa quimera!
irreal pero fascinante.
Entre el mar y las flores
he de encontrar el norte,
cabalgaré sin descanso
derribando los temores
que ahogan mi existencia
liberando el alma y los sentidos
de fantasmas y recelos.
No más color humo en mi camino,
solo verdes, azules y carmesíes,
con aromas a sal, tierra mojada
a jazmines, rosas y lirios.
Entre el mar y las flores
bordaré mi abrigo de sol
y pétalos multicolores,
hilos de oro y plata
que he de robarle a la luna,
mientras tarareo ese adagio
que compuse esa noche,
noche de pasión bajo la lluvia.
He de seguir soñando,
el amor real no fenece,
aún en la más abominable soledad,
esa compañía ausente está,
se vive, se siente, sigue presente
en cada ola, en cada pétalo fragante,
en el ring ring del amanecer
colándose por la ventana.
Entre el mar y las flores…
La melancolía hace estragos,
deseando ser la caracola
que entre susurro
cuente los misterios de ese mar
o ese diente de león que vuela libre
en busca de tierra fértil.

Mathmer 2015






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