Mar de quimeras y gozos, de
misterios que apasionan
aminora y haz más dócil la
mezquina lejanía,
que el destino cruel impuso
a mi esencia enamorada,
trae con tus manos de brisa
las caricias de mi amado
quiero mirarme en sus ojos calmando
así la congoja.
Pescadora de almas, altiva
y serena mantendré la esperanza
de que surcando tus aguas
en ese horizonte azul,
aparecerá la barca que
transporta mi alegría,
en el puerto esperaré para
recorrer sus labios
y entre susurros de amor consumar nuestra pasión.
Mathmer 2012
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