Deslizas tu savia
en mi boca sedienta, golosa
dejando esa efervescencia
que trastoca los sentidos
cual mar bravío tomas lo
tuyo
y el caudal de la sangre
de venas y arterias se
acelera.
Champaña burbujeante
dejan tus besos a su paso,
haciendo tuya esta piel
con pasión desbordante,
frenética.
Anegan el espacio
sollozos entrecortados
ante el correr de tus
labios
que erizan la dermis,
la lujuria nos embriaga,
que exquisita odisea.
Te posesionas de mis manos,
mientras esas burbujas
se deslizan por mi pecho,
las tomas sorbo a sorbo
sin quitar tu mirada de mar
de la miel de los míos,
en una invitación a lo
prohibido,
al misterio de la seducción
que produzco en ti,
y no podrás explicarte
cómo al estar en otra cama,
en otros brazos,
con otros besos, sigo allí,
como la sensación
que deja la mejor champaña
deseando tomar más
de ésta misma cosecha
y deleitarte de sus
burbujas.
Mathmer 2015
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