jueves, 6 de agosto de 2015

ENSUEÑO



En plena madrugada
vi tu silueta desvanecerse
en la espesura de la niebla 
de un enmarañado bosque.
Parecía encantado,
solo las luciérnagas 
iluminaban tu andar,
se te veía afligido, fatigado.
No querías voltear,
sabías que allí estaba,
con el rostro empapado
y en vez de sonrisa 
una mueca de tristeza 
podía tener ante tu partida.
Las libélulas rodeaban
mi cuerpo conmovido,
no entendía tal decisión,
quería extender mis manos
y alcanzarte, correr hasta ti.
Pero mis pies estaban inertes,
como sembrados entre las rocas,
sin poder moverme,
impotente ante tal situación.
De repente sentí un susurro
que venía de ti, y me decías,
amor, despierta, estás soñando,
abrí los ojos, te miré y sonreímos,
y en el más tierno de los abrazos
decidimos esperar el amanecer.

Mathmer 2015

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