jueves, 6 de agosto de 2015

¡TE ESPERARÉ!



Perdida en la multitud de los recuerdos
no sé si olvidarte o seguir amándote
con la locura de los primeros días.
Qué tiempos aquellos, inolvidables,
aún llevo en mi espalda tus manos
temblorosas y apasionadas
que con una simple caricia
me hacían remontar el horizonte.
Tus besos siguen prendidos a mí,
¿Cómo olvidarte? Si no me enseñaste a eso.
Aprendí contigo que el mar sigue allí
muy a pesar que lo azoten las tormentas,
que la miel no perderá su dulzura
a pesar que la disuelvan 
o traten de ocultar su sabor.
Me enseñaste que la soledad no existe,
que simplemente es la edad del sol 
y hay que vivirla y disfrutarla
eso nos llevará a conocernos mejor.
Prendiste en mí esa sonrisa jovial, 
divina, con la mejor de las alegrías.
Contigo aprendí que la esperanza
es la mayor de mis fortalezas.
Qué días aquellos, donde el solo mirarnos
era una invitación a la magia del placer,
sobraban las palabras, 
el tacto hablaba por sí solo.
¿Cómo olvidarte? Si no lo deseo,
tu aroma inunda mis espacios,
te siento, te vivo y todo mi ser
me grita que no lo haga
porque nunca te habrás de ir.
Pronto retornarás de ese viaje
que no esperábamos se diera,
pero sabes que yo estaré
en todo momento y lugar, 
esperándote, para seguir amándonos.


Mathmer 2015

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