martes, 18 de agosto de 2015

PRIMERO YO



Siento tu mirar, enigmático y seductor, 
a través de la puerta que nos separa. 
Te ocultas para desnudar 
a tus anchas mi fisonomía, 
esa que tantas veces has hecho tuya, 
pero esta vez es diferente, 
sabes que no admito tu cercanía. 
Son tantos los agravios recibidos, 
que ni saberte tan bello y viril, 
me hará claudicar, 
hubiese querido cambiar
tu presencia vacía
por detalles y momentos gratos. 
Se que me observas, 
y con inocencia fingida 
dejo caer la toalla 
que cubre mi torso y caderas, 
te inquietas y tratas de despojarte 
del manto que te sirve de refugio, 
pero decido alborotar tus hormonas 
hasta que sientas todo lo vivido 
ante tus rechazos y accionar. 
Deslizo sutilmente mis dedos 
por las turgencias de mi pecho, 
entre cierro los ojos, 
inhalo el aroma a lavanda de la habitación, 
dejando escapar un suspiro de placer, 
puedo escuchar ese sonidos gutural
que emites cuando estás 
al limite de la excitación, 
y con movimientos sensuales 
giro y hago que no te veo, que no existes 
y sin poder evitarlo te aproximas a mi 
con la mirada penetrante y suplicante, 
¡Pero es tarde! 
Por mas amor que te tuve 
ya no siento ni siquiera respeto por ti, 
solo te agradezco 
me ayudaras a encontrar 
lo que por un tiempo creí perdido, 
el amor por mi misma.


Mathmer 2015

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